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¿Contratarías una valla publicitaria si te dijeran que la instalarán en una calle por la que no pasa nadie? ¿Confiarías en una empresa de publicidad si te dijeran que va a poner tu promoción en una calle sin tránsito?

Esas preguntas se las hemos hecho durante los últimos meses a nuestros clientes que nos preguntaban por la opción de contratar a influencers para sus campañas de marketing digital.

Nuestra respuesta siempre ha sido la misma: “creemos que gastar esfuerzo, dinero y tiempo en invertir en influencers sin saber si realmente son todo lo que aparentan no es lo aconsejable”.

Por ello, desde FJ Intelligence, y gracias a nuestra experiencia en el campo de la inteligencia competitiva, redes sociales y tecnología hemos desarrollado una solución tecnológica y de consultoría para la detección de fraude de influencers que, entre otras funcionalidades, nos permite:

  1. Identificar si esa persona tiene los seguidores reales que aparecen en su perfil: su procedencia, si son personas reales o bots, nichos de mercado, demografía y otras funcionalidades.
  2. Auditar a “influencers” que ya trabajen con empresas con la finalidad de garantizar que las acciones realizadas son realmente eficaces.
  3. Mostrar a las empresas aquellos influencers que realmente sí que tienen un público que les pueda interesar para ser embajadores de la marca.
  4. Medir el impacto de una campaña hecha por un influencer tuya o de tu competencia.

Estas son solo algunas de las funcionalidades que ofrecemos con la nueva solución que lanzamos.

Del mismo modo que al contratar una publicidad física sabes donde se ubicará, el formato que tendrá y cuánto tiempo estará activa, consideramos que es necesario conocer todo acerca de esa persona o marca que te ofrece sus servicios a cambio de una contraprestación, ya sea económica o por un producto o servicio que ofrezcas.

Y es que contratar un influencer basándose únicamente en la calidad de sus fotos o el número elevado de seguidores y likes es uno de los mayores errores que cometen algunas empresas, dado que algunos de ellos hinchan sus cuentas con seguidores y likes comprados. Y esto supone un doble perjuicio para la empresa. En primer lugar, por el coste económico que supone su contratación y, en segundo lugar, por el daño a la imagen de tu empresa que supone contar con un influencer que mucha gente sabe que es falso.

Investigar previamente a quién vas a contratar para que sea la imagen de tus productos o servicios no es un privilegio, sino una necesidad para tu marca.